domingo, 8 de marzo de 2009

Chacao pudo haber sido Caracas



Comentarios en torno al traslado de Caracas a Chacao, el terremoto del día de San Bernabé, fray Mauro de Tovar y sobre las familias originarias.

El once de junio de 1641, día de San Bernabé, entre las ocho y media y las nueve de la mañana, tembló en la ciudad de Santiago León de Caracas. El mismo se sintió fuertemente en la Guaira y fue de tal magnitud, que no existió edificación que no sufriera daños, siendo la mayoría de ellas destruidas. La iglesia mayor sufrió averías considerables, abriéndose por varias partes. Cayó parte del Convento de Las Monjas, la iglesia de San Francisco se desplomó casi en su totalidad. La ciudad fue literalmente destruida y acto seguido, se desató una plaga que diezmó a la población y los sobrevivientes, en su mayoría, quedaron sumido en la miseria.

A raíz del mencionado terremoto, muchos vecinos caraqueños buscaron amparo al este de la ciudad encontrando en el sitio que hoy conforma el Municipio Chacao amparo. A tal punto, que se pensó en el traslado de la ciudad de Caracas hacia el lugar que ocupa hoy Chacao. Mas fray Mauro de Tovar se opone y logra su cometido de no reasentar la urbe.

Pero quien era este fray Mauro de Tovar. Sacerdote benedictino, fue obispo de Venezuela entre diciembre de 1640 y febrero de 1654. Hombre de desempeño público muy polémico. Su personalidad dominante, arbitraria, orgullosa y hasta tiránica, como lo reseña el historiador Lucas Castillo Lara, contribuye a desatar querellas que algunas han pasado a la historia. Una de ellas, su tenaz oposición a la fundación del convento de la orden de los mercedarios. Ante la insistencia de los seguidores de dicha orden y la construcción del convento señalado, fray Mauro de Tovar decreta el 29 de agosto de 1641 la demolición de dicha edificación, a causa de los daños causado por el terremoto del día de san Bernabé en la misma. Los mercedarios se niegan a dar cumplimiento a dicho decreto, motivo que incita a Mauro de Tovar a encabezar una procesión – manifestación que hace efectivo el decreto de demolición y, como ñapa, excomulga al fraile de esa orden, Juan de Espinosa.

Otro escándalo, y situémonos en la sociedad del siglo XVII, fue el proceso de anulación del matrimonio de Ana de Cepeda y Pedro Navarro. Ana de Cepeda acusa a su marido de malos tratos y amancebamiento con su hermana, Jimena Ponte. Fray Mauro de Tovar dispone el apresamiento de los hermanos Jimena y Pedro; revive una causa pendiente contra la madre de estos por no haber bautizado a 7 de sus 10 hijos y la excomulga, al igual que a otros parientes.

Fray Mauro de Tovar excomulga al teniente general Fernández de Fuenmayor y a los alcaldes ordinarios por haber participado en el juicio. El caso sigue su curso en Santo Domingo, resultando a su vez excomulgado fray Mauro de Tovar. Pero esto no queda aquí. Sigue la contienda jurídica en el Consejo de Indias, instancia en la que logra que se levante las sanciones impuestas en Santo Domingo, y le encarga “…que siempre guardéis las leyes de estos reynos, para cumplir todo lo que debéis y sois obligado y excusar para lo adelante ocasiones de semejantes escándalos…”. El pleito continúa ya que Gabriel Navarro, quien es procurador de Caracas ante el Consejo de Indias en 1648, presenta documentos contentivos de las ofensas del obispo contra su familia.

En 1650 el polémico obispo es trasladado a Chiapas, México (se efectúa en febrero de 1654), por lo que se tranquiliza esta disputa no sin estampar la siguiente frase al embarcarse, tras sacudir las zapatillas: “de Caracas no quiero ni el polvo, ahí se los dejo”.

En 1776 una epidemia de viruela causa estragos en Caracas. Al igual que en 1641, muchas familias se trasladan a Chacao y no pocas sentaron residencia definitiva en esta comarca.

Otro sacerdote, el padre José Mohedano, primer Cura propio de Chacao, indica que para el 12 de julio de 1770 Chacao contaba con 1445 habitantes. Para ese momento la jurisdicción comprendía Sabana Grande, Chacaito, Chacao y Sebucán. El censo del padre Mohedano nos refiere que la población contaba con 145 casas, ubicadas en 8 calles denominadas así:
Calle de la Santísima Trinidad: corre de Norte a Sur; Calle de la Encarnación del Hijo de Dios, corre de Sur a Norte; Calle del Nacimiento de Jesucristo, corre de Sur a Norte; calle de la Circuncisión del Señor, corre de Sur a Norte; calle de la Presentación de Jesús, corre de Oriente a Poniente; calle de la Huida a Egipto, corre de Poniente a Oriente; calle del Niño Perdido, corre de Oriente a Poniente; calle del Bautismo de Nuestro Señor, corre de Poniente a Oriente.

En el censo destacan algunas cabezas de familia, tales como la de don Mateo Blanco, Francisco Xedler, Alejandro Blanco, Francisco Antonio Borges, Nicolás Blanco, Ana de Liendo, Félix Blanco, Antonio Archeta, Isabel Daboin, entre otras. En el Partido de Chacaito y Sabana Grande, entre otras cabezas de familia se encuentran los siguientes nombres: Juan Diaz, Carlos Betancourt, José Mañas, José González Manzo, Damiana de la Cruz Pérez. En el Partido de Sebucán: José Díaz, Agapito Acevedo, María Felipa Xedler, entre otros.

Quizás de no haberse opuesto Mauro de Tovar a la idea de trasladar a Caracas hacia los terrenos que hoy comprenden Chacao, la ciudad fuese hoy, políticamente, la capital de la República, y Chacao, una parroquia de la ciudad capital…