lunes, 14 de marzo de 2011

Túmulos de piedra en Venezuela


Según el diccionario de la Real Academia Española, la palabra túmulo, entre las diferentes acepciones, tiene dos que nos interesas para los efectos de este escrito.
Túmulo.
(Del lat. tumŭlus).
1. m. Sepulcro levantado de la tierra.
2. m. Armazón de madera, vestida de paños fúnebres, que se erige para la celebración de las honras de un difunto.
3. m. Montecillo artificial con que en algunos pueblos antiguos era costumbre cubrir una sepultura.
Vemos que los significados primero y tercero tienen que ver con el tema funerario. En Venezuela, en las encrucijadas o en los caminos se solían ver túmulos de piedras y se construían en los lugares donde ha caído una persona muerta; bien por asesinato, accidente o muerte natural.
Estos túmulos usualmente tienen una cruz, por modesta que sea, en su vértice. A medida que pasa el tiempo el túmulo crece y adquiere una forma piramidal y algún pariente o buen samaritano le coloca una cruz en el vértice del monumento. Igual sigue creciendo y le acondicionan un espacio para que algún deudo le prenda una vela.
Los transeúntes le lanzan tres piedras con gran fervor las cuales enriquecen el túmulo. Esta tradición al parecer significa tres oraciones para el fallecido y protección en el viaje.
Esta costumbre al parecer es de honda tradición indígena. Pero se cree que el significado de las plegarias es ya un mestizaje cultural con el cristianismo.
En Venezuela han existido túmulos famosos. Uno entre Yaritagua y Sabana de Parra, sitio donde el general José Antonio Páez liquidó a un bandolero que pretendió asaltarlo. Había uno cerca de Ospino, donde se decía había sido enterrado el sanguinario caudillo realista Yánez.
En Maiquetía hay un relato registrado por el poeta Francisco de Paula Páez, sobre la “viejecita Tomasa” quien infaliblemente recogía piedras en el camino y las colocaba al pie del monumento de la Virgen de Lourdes. Cada piedra una invocación.(1)
(1) “El Heraldo”, 30 de octubre de 1951